Las Musas preguntan Puerto Rico: Ángel Matos

“Es que la lluvia viene vestida de nostalgia;
Hay cierto embrujo embriagado entre las gotas
una hipnosis que regresiona amores casi inmemoriales
algún fetichismo con sabor a monte desnudo
aquella palabra que nunca se dijo pendulante en la puntade la lengua.”
-Ángel Matos

Y subimos hasta Aibonito, con ese fresco de la montaña, oxígeno puro y casi tocamos las nubes. ¡A beber café colao en casa del poeta y fotógrafo, nuestro amigo Ángel Matos! Este “bloguero” y también gestor literario, se sentó en su balcón, descalzo, a charlar un rato con: Las Musas Preguntan Puerto Rico.

LMP: ¿Qué es lo primero que haces al despertarte?
AM: Medito sobre cómo dormí y trato de recapitular si soñé, pensé algo o se me ocurrió alguna idea. Todo tiene un por qué y soy cazador de por qués, aunque irónicamente no pregunto, ni me pregunto mucho y mi plan siempre es vivir y fluir.

LMP: ¿Cómo defines la palabra: MUSA?
AM: Musa es ese algo que está en casi todo y que nadie sabe casi nada y quién le echamos, indiscriminadamente, la culpa de nuestra creatividad.

LMP: Acá entre nosotros, ¿Cuál es el peor de tus miedos?
AM: El olvido

LMP: Si tuvieses la oportunidad de re escribir alguna obra literaria, ¿Cuál sería? ¿Qué cambiarias?
AM: Me gustaría tener la capacidad para reescribir “El Quijote” en una versión Siglo 21. Creo que sería algo muy interesante.

LMP: ¿Cuándo te diste cuenta que tenías conciencia? ¿Cómo lo descubriste?
AM: A veces tengo auto regresiones de verme bebé. Con el tiempo me he dado cuenta que siempre he sido anormal (fuera de la norma) y que me identidad es tener una consciencia distinta a los demás, “custom made”, tan selectiva como descontrolada, y la consciencia es la esencia de todo y nace desde mi hambre y curiosidad por la cosas externas a mí pero sobre todo, mi hambre por conocer mi interior y todas sus posibilidades. Resumiendo, creo que desde bebé y a través de los años he ido despertando, conociendo, explorando, distintos niveles de consciencia.

LMP: Si pudieses escoger ser algún color, ¿Cuál escogerías? ¿Por qué?
AM: Verde. Siempre he tenido una afinación y fijación con la tierra. No sé si por qué nací en el campo, pero aquí todos los colores se ven intensos. Amo los colores tierra, pero sobre todo, la diversidad de verdes. Curiosa y estigmáticamente, también lo llevo en los ojos.

LMP: Te encuentras en un desierto y te encuentras con un “genio”. Este te dice que te concede tres deseos, pero te advierte que no te concederá salir del desierto. ¿Cuáles serían esos tres deseos?
AM: (1) Que me dé los recursos necesarios para irme de back packing alrededor del mundo; (2) Estar en un concierto en donde en una misma noche se encuentren todos mis cantautores favoritos; (3) Amar y ser amado.

LMP: Si estuviese en tus manos la potestad de erradicar algún mal social, ¿Cuál erradicarías?
AM: La indiferencia

LMP: ¿Izquierda o Derecha?
AM: Si no tengo reloj me confundo cuál es cuál, pero siempre de izquierda.

LMP: Vas a un parque de diversiones, ¿Cuál es la primera atracción a la que vas?
AM: Me pasa que llego a los sitios y lo primero que voy es al baño. Luego me atrae la gente y sus manerismos. No soy muy de “rides” que reten mis emociones y vida; De esas ya he tenido bastantes con seres humanos y algunas mujeres.

LMP: ¿Cuál era histórica, que no sea la actual, escogerías para vivir?
AM: Pienso que El Renacimiento. Fue una época revolucionara en la manera de cambiar la visión del mundo. Sobre todo, me gustaría conocer el lado humano de muchos de esos artistas que la tradición y la academia ha casi canonizado.

LMP: ¿Caminarías descalza/o bajo la lluvia en el Viejo San Juan?
AM: Lo he hecho. Guardo el deseo profundo de hacerlo desnudo.

LMP: Escoge una canción como tu tema de vida.
AM: “Entre pairos y derivas” de Fernando Delgadillo

LMP: Háblanos de tu proceso creativo.
AM: Llevo 20 años (tengo 40) en el cual escogí, finalmente, seguir mi naturaleza y cambiar el estar estudiando ciencia, pero estudiar profundamente literatura (aunque eso no hace a nadie escritor), pero ya escribía desde antes de eso. Siempre he escrito a consciencia. Es un juego entre mi yo, mi entorno, el mundo, desde mi mirada. No tengo rituales de escritura; Puedo escribir en cualquier momento no que sienta la musa, sino el deseo; Soy una persona pasional y de deseos; Sin embargo, tengo fascinación por la noche; Nada romántico en ello solo el clima más fresco y el silencio. Escribo esencialmente poesía. Trabajo varias técnicas de escritura las cuales utilizo dependiendo de lo que sienta, piense o quiera expresar; Pero más que expresárselo a otros, a mí mismo. Antes de sentarme a escribir, tengo que ver el poema en mi interior; Así que cuando lo escribo en la computadora (no escribo a mano a menos que no sea una urgencia y no tenga mi laptop; Escribo rápido y el sonido del teclado se transfiere al ritmo del texto y sí mis poemas son emociones, pero también ritmo) es como una traducción de ese texto en mi interior; No exacto, pero sí la versión que tiene que ser.

LMP: ¿Con cuál de Las Musas Descalzas te identificas más?
AM: Cada una tiene su magia y su estilo. Son su colectivo me identifico precisamente con eso; El Colectivo y lo que crean al presentarse como grupo.

LMP: ¿Qué mujer de la historia emularías?
AM: No soy religioso, pero Santa Teresa de Calcuta

LMP: Honestamente, ¿Qué piensas de la censura? Sin tapujos ni pelos en la lengua.
AM: La censura es simplemente una expresión más de la represión no solo de la sociedad sino de nosotros mismos. Hay ciertas censuras que duelen y nos chocan más que otros. Me guste o no, también criticar la censura es una forma de censura. Así que la censura es parte de la naturaleza humana y todos y todas las llevamos a cabo. Sin embargo, una cosa es la censura y otra la ignorancia, yo creo que es más difícil bregar con ésta que con la otra.

LMP: Cuéntanos tu más reciente sueño.
AM: No soy de recordar muchos mis sueños. Normalmente son como fragmentos de cosas aisladas y luego, a corto o largo plazo, los descubro ser como deja vú.

LMP: ¿Qué escribirías en la lápida de tu país?
AM: “Aquí yace mucho más de lo que está enterrado, pero siempre se resucita a lo boricua”